PROVEER DE CONFORMIDAD, QUE SE HIZO JUSTICIA EN EL ABUSO SEXUAL INFANTIL
“Para recuperar la infancia, tengo 2
años más. Hasta los 13 años. Yo perdí la infancia”
Un niña castaña, de ojos marrones, con sonrisa tierna junto a su hermano,
morocho, rabioso por momentos, por otros alegre, ambos felices, contentos por
no tener más en su hogar a ese OGRO mal parido, cómo lo llamaban, quien por
destino de la vida les dio su apellido, quien para la ley y la sociedad es su
progenitor, pero dentro de poco ya no ostentarán más su apellido.
OGRO que tanto mal les
has hecho, tanto dolor y desprecio noche a noche, dónde la niña amanecía con el
pijama fuera de lugar, ya que era sacado mientras ella dormía y puesto
posteriormente. Dónde su peor época comenzó a los 2 años, en la cual, emprendió
a forjar cosas que hoy le da vergüenza decir, cuando le hacía esas cosas del
sexo, cómo lo llamaba, se encontraba durmiendo. Dónde lo único que puede decir hoy,
es que a los 9 años tomó la decisión de cortarla y olvidarse de todo el pasado.
Todo lo que le hizo lo enterró en su mente.
OGRO que obligaste ver
películas pornográficas, OGRO que no ponías su pene en la vagina de tu hija porque
le dolía mucho, y lo ponías por detrás y ella no trataba de llorar, así aguanto
nueve años de su vida, para ser precisos, pero lo hiciste por primera vez
cuando ella tenía tan sólo tres años, si bien le dolía, ya que era una niña, lo
naturalizó por las veces que lo llevabas a cabo. Ella se aguantaba, ya que le
pegabas y no pegabas una simple cachetada, ella tenía miedo de “no contar el
cuento”, de más está decir, que “su mamá la iba a retar si lo sabía”.
OGRO que abusabas todos
los días, la agarrabas de sorpresa cuando dormía y le hacías eso del sexo oral
cómo lo decía, la tocaba en la frente, en todas partes, sus zonas íntimas por
debajo de la ropa todo el tiempo. Ella trataba de disimular en la escuela para
que nadie se diera cuenta y nadie se preocupara por ella.
No se conformaba con
la hija sino que también abusó de su hijo y para más prefería el sexo entre
ellos. ¡Que padre ejemplar!
Abusaba de su hijo,
haciéndole mirar películas pornográficas y de zoofilia, aunque si bien el niño
se tapaba los ojos, lo amenazaba y obligaba a que mantuviera relaciones sexuales
con su hermana.
Fueron nueve años que
abusó hasta el día en que la Justicia lo excluyó del hogar. Allí comenzó de a
poco la paz, en los niños, y en su valiente madre. A partir de entonces,
comenzó su lucha judicial.
Fueron pericias de un
lado y de otro, en el fuero Civil y Penal, citaciones, declaraciones,
secuestros de equipos, etc.
En los exámenes, los
discursos de los niños no evidenciaron manifestaciones de confusión, ni fallas
en la lógica, la secuencia narrativa desplegada en sus declaraciones fueron
espontáneos, con estructura lógica, coherencia, aportando coordenadas
espaciales y temporales.
Para no ser dato
menor, durante el proceso, los niños se mostraban hostiles y confrontaban hacia
la figura del OGRO, responsable de los hechos.
En virtud de los
hechos que se le imputaron al OGRO, es de confirmar que la figura paterna quedó
absolutamente aniquilada, y desacreditada y que los niños se vieron inmersos en una perversión adulta que
hicieran que vivieran como normal, lo que no era de tal manera.
La ausencia de
contundentes indicadores de estrés post traumático, encontraron su explicación,
justamente, en la magnitud y reiteración de las conductas abusivas y en modo
alguno mejoró la situación procesal del OGRO. Al contrario, resultó un indicio
cierto, preciso y concordante que robusteció la versión acusatoria.
En consecuencia, de
los relatos de los niños, las conclusiones de los profesionales que los
entrevistaron y los examinaron durante la etapa preparatoria, surgieron
elementos que otorgaron sustento a la imputación del Sr. OGRO.
En la etapa
instructoria o preparatoria, el OGRO fue procesado, por considerarlo “prima
facie” autor del delito de corrupción de menores agravado por el vínculo (dos
hechos) ergo, los dos hermanos, (arts. 45, 55, 125 tercer párrafo del CP y 310
del CPPN). Se sumó a su vez a la
imputación, el delito por la posible comisión del delito de
desobediencia por la violación a la
prohibición de acercamiento dispuesta por el Juzgado Civil, en el marco de la
denuncia por violencia familiar. Por lo tanto, la EXCELENTE Juez de Instrucción
dictó la PRISIÓN PREVENTIVA DEL OGRO. Dispuso
a su vez, trabar embargo por la suma de $50.000 sobre los bienes y
dinero del nombrado.
Amén de lo expuesto,
cuando la causa se elevó a Juicio Oral, el Tribunal teniendo en cuenta las
características y aristas del presente proceso, decidió llevar a cabo el debate
con la detención dispuesta en la
instancia anterior. Tal decisión revistió para la fuerte madre, un
descanso provisorio.
En la etapa de Juicio
Oral, se volvió a escuchar y ratificar las pericias y exámenes llevadas a cabo
en los niños, se sumaron nuevos testimonios, se llevó a cabo posteriormente los
alegatos y cómo última ratio HOY PUEDO DECIR QUE EL VEREDICTO ES UNA SENTENCIA EJEMPLAR ya que el Tribunal CONDENÓ POR ABUSO SEXUAL AGRAVADO POR
HABER SIDO COMETIDO POR UN ASCENDENTE DE LA VÍCTIMA RESPECTO A LA NIÑA Y EN
CONCURSO REAL CON PARTICIPACIÓN DE LA CORRUPCIÓN AGRAVADA RESPECTO AL NIÑO EN
13 AÑOS DE PRISIÓN EFECTIVA. ABSOLVIÉNDOLO RESPECTO AL DELITO DE DESOBEDIENCIA.
Por todo ello,
Proveer de conformidad,
Que se hizo JUSTICIA