Podemos considerar Abuso
Sexual Infantil (Child Sexual Abuse) el involucrar a un niño o adolescente en
actividades sexuales que no llega a comprender totalmente, ya que por su
condición de tal, carece del desarrollo madurativo, emocional y cognitivo para
dar un consentimiento informado acerca del o los actos en cuestión.
El abuso sexual infantil
se manifiesta en actividades entre un niño y un adulto entre un niño y otro (al
menos 5 años de diferencia) que, por su edad o por su desarrollo se encuentra
en posición de responsabilidad, confianza o poder.
Estas conductas cuyo fin
es satisfacer las necesidades de la otra persona, comprenden desde un manoseo
hasta la implicación de los niños y adolescentes en cualquier tipo de
intercambio sexual ilegal, tales como la explotación de niños a través de la
prostitución o la producción de materiales y exhibiciones pornográficas.
Autoridad, poder y
confianza son fundamentalmente los factores que, aprovechando la vulnerabilidad
y dependencia del niño permiten al agresor lograr su implicación en un vínculo
sexualizado.
El abuso sexual infantil engloba
una amplia gama de actividades sexuales, con y sin contacto físico.
Cuando un niño devela el “secreto”
del hecho abusivo se le debe creer, tratarlo con respeto y dignidad. Brindarle
confianza y seguridad manteniendo la calma. Escuharlo sin corregirlo, ni
confrontarlo y sin hacer intentos de cambiar lo que dice.
No se le debe expresar
desaprobación por el presunto agresor. Es posible que el niño lo quiera y lo
proteja a pesar de haber sido victimizado.
Se debe desculpabilizarlo,
decirle que los hechos ocurridos no fueron por su culpa. No se debe obligar al
niño a comentar sentimientos que aún no está preparado para compartir. Uno debe
valorar su valentía de haberlo contado.
No se debe aceptar
mantener el secreto de lo develado, pero se debe aclarar que lo contará a
personas que pueden ayudarlo.
Cuando se está frente a
una sospecha fundada de que se produjo una situación abusiva, de lo que se
trata es de valorar si la salud y la seguridad básicas del niño se encuentran
en riesgo. Considero que dicha valoración se debe realizar de modo urgente e
inmediato a fin que cese el abuso y sus consecuencias.
En
el marco de una denuncia por violencia familiar sucede que podemos encontrarnos
ante una situación de abuso sexual infantil (Child Sexual Abuse).
No necesariamente lo hay en una denuncia por violencia doméstica, pero muchas veces existe y cuesta percibirlo
realmente por parte de su madre, ya sea porque la mamá del niño piense que el
presunto abusador sería incapaz de realizar tal acto, ó quizás ella sea
cómplice de la situación abusiva, sabiendo que el progenitor abusa
reiteradamente de su hijo/a.
Cuando
hablamos de abuso sexual infantil estamos en presencia de un delito penal y como tal
existe la obligación de denunciar.