lunes, 28 de diciembre de 2015

10 RAZONES PARA DARNOS CUENTA SI NUESTRA PAREJA ES VIOLENTA
                           
                    
                        “El día en que una mujer decide dar el sí y compartir sus días con él, piensa que lo hace para toda la vida, ese es su deseo más profundo, sin embargo no se debe estar tan desatenta, una no debe cerrar los ojos ante la realidad que nos rodea.”

Las fantasías del hombre y la mujer en la adultez temprana, respecto de su propia realización, acerca de decidir su futuro y aun su estilo de vida, están contenidas, en forma principal en argumentos de acoplamiento. La universalidad de estas propuestas es tal, que en cualquier cultura y aun entre individuos de muy distintas culturas puede darse, el fantasear unir sexualmente sus vidas y hacer de esto el proyecto vital más importante. 

En cualquiera de nuestras culturas, luego de atravesar la adolescencia, al emerger el sujeto a la juventud temprana, los procesos mentales presentan una natural tendencia a ordenarse y concatenarse en el sentido de hallazgo del objeto.[1] Generalmente es en la adolescencia tardía dónde se produce una consolidación de identificaciones y roles sociales.

La reestructuración de la adolescencia organiza una plataforma para el desempeño genital y aparece un “ideal” de pareja como ovillo de fantasías que rodearán las decisiones alrededor del establecimiento en pareja. Este par es fantaseado como estable, no transitorio y éste es el fenómeno evolutivo aveniente, posterior a los procesos evolutivos de maduración de la adolescencia.

Freud describe el “hallazgo” como reencuentro, es un objeto que ya había sido “amado sexual y tiernamente”. El hallazgo del objeto centra el fenómeno del enamoramiento. Freud, propuso para éste la posibilidad de amar al objeto de dos maneras: narcisista o anaclítica.[2] El enamoramiento produce la hiperestimación del “objeto hallado”.

Este fenómeno que remarqué es de gran importancia, en el sentido de que, lo importante a realizar por “él”, en efecto tendría que ver con satisfacer éste nuevo ideal, “ella”. Generándose una nueva sensación, sentimiento de fusión y conexión placentera con ella.

Si bien él ha tenido enamoramientos con otras mujeres, en su adolescencia quizás, hay un solo enamoramiento que conduce a pensar o fantasear y me atrevo a decir en la pareja estable.

Pero esta perennidad de la pareja, encuentra lo que se podría llamar un “sellado” con situaciones puntuales que los ligan de manera indeleble. Ésta fusión, que suele dar credibilidad a una vivencia de completud, resulta muchas veces contradiciente de sufrimientos, de crisis maritales o de pareja, lo que desencadena en la violencia de género. Esta fusión determina un circuito vincular en el que ambos quedan involucrados dando lugar a reiterados ciclos violentos. Pero, debemos tener en cuenta, cuando la mujer llega a dicho estadio ha vivido ciertas actitudes por parte de él que dan indicios de que se está frente a un hombre violento, alguna actitud que él manifestó en alguna oportunidad, algún gesto, algún control, palabras, en fin, a continuación, detallaré frente a qué indicadores la mujer debe estar alerta:

1.    Si te controla la ropa, el maquillaje,
2.      Si te comienza a controlar tus horarios,
3.      Si te controla tus amistades,
4.      Si te revisa el celular, tus cuentas de facebook, twitter, linkedin,
5.      Si comienza a separarte de tus amigas, familiares y los comienza a criticar,
6.      Si comienza a decirte que es mejor que no trabajes,
7.      Si comienza a controlar tus ingresos,
8.      Si él te hace sentir culpable,
9.      Si en público comienza a tratarte mal,
10.  Si te humilla.

Si después de leerlo te sentiste identificada con alguna de ellas o con las 10, entonces es momento de poner un paño frío a la relación y preguntarte ¿con quién estoy compartiendo mis días? Y poner un desenlace a la relación a fin de evitar que éste ciclo recurrente con sus crisis no vuelva a repetirse, ya que cada vez la tensión en la pareja generará una violencia aún mayor culminando en una cachetazo o quizás con su mano en tu cuello en un “amague” por intentar ahorcarte, puede parecer a lo mejor un poco fuerte, pero es lo que podría suceder si no se pone un alerta a la pareja o decidas denunciarlo.

Debemos tomar muy en cuenta éstas 10 razones ya que las mismas son indicadores de que podrías estar inmersa en una relación violenta, aunque muchas veces una mujer no se da cuenta debido a lo que suele denominarse “naturalización de la violencia” o que se encuentra “anestesiada” y no logra advertir frente a quien está. Por tal, si alguien allegado a ti o vos misma te identificas con las 10 razones, es  momento de decir BASTA, HASTA AQUÍ LLEGUÉ!






[1] PEREZ, Aurora, “La familia matriz del psiquismo”. Conferencia publicada en Actas del primer Congreso Argentino de Psicoanálisis de Familia y Pareja, Buenos Aires, 6-9 de mayo 1987, pág 137.
[2] FREUD, Sigmund, “Introducción al narcisismo”. Tomo XIV, pág. 65. Obras Completas, Ed. Amorrortu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario